¿Alguna vez les ha pasado?
Están en una panadería, y luego de pasar horas y horas tratando de elegir un pan, independientemente del método que utilizen: piedra, papel o tigeras; un volado; que hagan una lista de pros y contras; o aplican la técnica de: éste para mi mamá (que tambien me gusta a mi), éste para mi hermano (que tambien me gusta a mi), éste para mi hermana (que, ¡adivinen! ¡tambien me gusta!) y éste para su hija (que si no lo quiere, yo me sacrificaré por ella). Y deciden tomar para ustedes una dona, de esas que tienen cubierta de glass (blanca o chocolate, da igual).
Entonces la llevan a su casa (que todo el camino ya la están saboreando), cargando con todo cuidado su bolsa llena de pan.
Cuando ya tienen la leche y el plato para su exquisito pan, lo sacan y ¡oh dios! El glass se quedó totalmente pegado a la envoltura. Al final terminan comiendo la triste dona sin cubierta y tal vez lamiendo la envoltura.
Es horrible y más si lo compraron juntando todos sus ahorros en una panadería cara (como El Globo).
sniff, sniff, bu buuuuuuuuuuuuu.
¿Existe alguna forma que no suceda eso? ¿Alguien sabe alguna?
Deberían usar una envoltura con algo así como el teflón.
Porque si no me uniré al enemigo, y aplicarè la mejor técnica para que no suceda: no comprar donas de esas.
Se me viene a la mente otra cosa: ¿Se han dado cuenta que las personas que atienden siempre son mujeres? Que yo recuerde nunca me ha atendido un hombre.
Y que por la manera en que tratan tus panes a la hora de centrifugarlos, contarlos y aventarlos a la bolsa, te dan ganas de preguntarles si están enojadas.
La maldición del glass
lunes, julio 26, 2004 | Publicadas por Gabriel Alz a la/s 7:23:00 p.m.
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